La Batalla de Camposagrado; La Covadonga leonesa (Sangre, Sudor y Hierro nº 9)


 

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«Morirás en Villalar»

Novena entrega de la saga histórica “Sangre, sudor y hierro”

En el corazón doliente de Castilla, cuando los reinos aún temblaban bajo la sombra de emperadores, surgió una llama breve pero inmortal: la revuelta de las Comunidades. Morirás en Villalar no es solo una novela histórica. Es un canto de honor, una elegía por los hombres y mujeres que alzaron la voz contra el olvido, y que pagaron con su vida el precio de la dignidad.

Ambientada en los días convulsos de 1520 a 1521, esta novela coral da voz a los protagonistas más emblemáticos de aquella rebelión: Juan Bravo, capitán segoviano de mirada firme y paso recto; Juan de Padilla, noble toledano, guerrero por justicia y no por gloria; y Francisco Maldonado, hidalgo salmantino, valiente hasta el último instante. Sus trayectorias convergen en el campo de Villalar, donde la historia de Castilla fue escrita con sangre y barro.

A su lado se alza María Pacheco, última comunera y símbolo eterno de resistencia. En ella la novela encuentra su columna vertebral femenina y trágica. No es solo la esposa del capitán ejecutado: es una estratega, una voz firme, una mujer que desafió al poder desde las murallas de Toledo hasta su destierro final en Portugal. Su figura encarna el espíritu de todas las mujeres que no aceptaron callar.

La obra da también espacio al joven y aún frío Carlos I de España, emperador que observa el mundo desde Flandes y luego desde su trono dorado, sin comprender del todo la tierra que heredó. A través de sus pensamientos y diálogos, descubrimos al monarca que con los años será grande, pero que entonces aún era ajeno al sufrimiento castellano.

Y entre sombras, aparece Juana I, madre y reina encerrada, silenciosa, pero lúcida. Su negativa a apoyar a los comuneros —por lealtad a su hijo— y su soledad invocan los fantasmas de la traición y el amor truncado. Su figura se convierte en un faro opaco, imposible de ignorar.

Por último, emerge el antagonista: Íñigo Fernández de Velasco, Condestable de Castilla. Ambicioso, calculador, con la mirada puesta en el Toisón de Oro que le promete el emperador. Para él, Castilla no es una tierra, sino una oportunidad. Su marcha hacia Villalar es la de un lobo que huele recompensa.

La novela culmina con la batalla de Villalar, descrita con crudeza y solemnidad: la niebla, el barro, los tambores y las lanzas dan forma a una escena imborrable. Pero el relato no se detiene ahí. El juicio, la ejecución, el lamento del pueblo y los recuerdos del emperador ya anciano completan un fresco narrativo donde cada página duele, y cada personaje respira historia.

Escrita con un estilo inspirado en las grandes sagas medievales, entre el lirismo de la épica y la gravedad de la tragedia, Morirás en Villalar ofrece al lector una experiencia profunda, envolvente y conmovedora. Una reivindicación literaria del alma castellana, una oración por los caídos… y una advertencia contra el olvido.