El Vigía de la Mazmorra (Historias del Nexo nº 4)

El Vigía de la Mazmorra — Historias del Nexo IV

Los Reinos están rotos. El Dominio, en su ambición insaciable, ha colocado a su ejército ante murallas que no deberían existir, levantadas en una sola noche por manos que ningún hombre ha visto. La guerra, que ya ha devorado generaciones enteras, alcanza un punto de no retorno cuando un paredón de piedra negra sella el único paso hacia la victoria. Algunos soldados murmuran que ha sido conjurado por los guardianes del inframundo; otros creen que es un castigo divino por la sangre de hermanos derramada en la arena.

En medio de ese caos se alza Sir Valiant, el paladín veterano que ha visto demasiada muerte como para creer aún en la gloria. Lo rodean tropas exhaustas, corazones quebrados y un heredero joven cuyo temperamento amenaza con convertir la batalla en un desastre. A medida que la moral se hunde, rumores más oscuros se extienden: visiones, presagios, sombras moviéndose tras la muralla. Como si algo antiguo estuviera despertando.

Mientras Valiant intenta sostener un ejército al borde de la locura, en Thyria la elfa Ishara Brisaluna contempla el avance de la guerra con un dolor que solo los inmortales conocen. La ciudad que antaño tallaron los Altos Señores Elfos, llena de resonancia arcana y de jardines que susurran con magia ancestral, se ve amenazada por un destino que no entiende y por hombres que ya no recuerdan lo que significa la armonía.

Traiciones, pactos rotos, reyes que ocultan demasiadas culpas, valquirias que descienden sobre campos de huesos, y un reino entero hundiéndose bajo el peso de decisiones antiguas. Todo apunta a una misma conclusión:

La guerra no es una contienda entre hombres.
Es un juicio.
Uno que los dioses observan con paciencia cruel.

Y en el centro de ese juicio aguarda la Mazmorra, con su Vigía silencioso.
Porque las Historias del Nexo, incluso en mundos de acero y sangre, nunca ocurren por casualidad.
Todo forma parte del mismo latido oculto.