“Soldado” forma parte de un volumen recopilatorio más extenso
“Soldado” es una historia descarnada y políticamente incorrecta. En una época donde toda disidencia narrativa es tachada, silenciada o perseguida, aún persiste un género que no teme mirar al abismo: la distopía. Y en ella, se abre una pregunta brutal:
¿Cómo sería la Península Ibérica tras la invasión de un Califato Islámico sanguinario?
Lo que parece ciencia ficción no está tan lejos de los horrores vividos en Siria, Irak o en los escombros aún humeantes de la Franja de Gaza. La historia nos ha demostrado que la barbarie no conoce fronteras ni calendarios. En este escenario devastado, el mañana se parece demasiado al ayer.
Años después del colapso, Rodrigo sobrevive. Un soldado viejo, hambriento y al borde de la muerte, arrastra su existencia entre las ruinas heladas de Zaragoza, una ciudad rota y despojada de humanidad. Es el último español libre en tierras ocupadas, un fantasma entre los restos calcinados de un país que ya no existe.
Pero incluso los hombres rotos tienen un límite. Cuando Rodrigo presencia cómo un grupo de niñas es conducido hacia un mercado de esclavos en el corazón de la ciudad muerta, algo se quiebra. Ya no basta con resistir. El deber resucita entre los escombros. La lucha se convierte en su única redención.
“Soldado” es un relato que sacude conciencias. Es la voz incómoda de una ciencia ficción sin filtros, que no teme preguntar lo que nadie se atreve a decir en voz alta: ¿Qué pasaría si lo impensable se hiciera real? Esta es la historia de un hombre, de una tierra perdida… y de una última decisión que lo cambiará todo.